La víspera de la fiesta siempre ha tenido un sabor especial. La inquietud, la alegría anticipada, los nervios de última hora son perfectamente apreciables en todos y cada uno de los grupos y colaboradores.

La noche anterior a la Batalla de Flores es la noche mágica de Laredo. En cada carroza, los colaboradores trabajan con miles y miles de flores cortadas los días previos al desfile de la Batalla para que luzcan y rezumen su máxima frescura.

Ver como se colocan las miles de flores y pétalos que cada carroza lleva durante la noche mágica es motivo de obligado recorrido tanto para los pejinos como para los que nos visitan. Cientos de personas en cada agrupación se afanan en colocar cada flor y realizar los magníficos tapices del más variado colorido, un duro trabajo teniendo en cuenta que las carrozas más grandes pueden llegar a lucir más de 120 mil flores.
A lo largo de la Noche de la Flor, miles de personas hacen el circuito que les llevará por la ubicación de las diferentes carrozas, observando la manera de trabajar de estos artesanos de la flor. A su vez, tienen una primera toma de contacto con las carrozas que al día siguiente verán participar en la Alameda Miramar. Como dato de interés cabe destacar que el Ayuntamiento de Laredo ofrece gratuitamente un servicio de tren turístico que hace la ruta por las diferentes ubicaciones de las carrozas durante la tarde- noche.