Su diseño y construcción ha experimentado una enorme evolución desde las primeras ediciones de la fiesta hace más de 100 años hasta el presente.Las primeras carrozas eran simples objetos decorados sobre pequeñas plataformas móviles arrastradas por animales que estaban realizadas casi íntegramente en madera, material que servía tanto de componente estructural como de soporte para el revestimiento de flores, que iban clavadas a la superficie con puntas y clavos metálicos.Las carrozas ornamentadas son las grandes protagonistas de la Batalla de Flores de Laredo.Esto requiere de una cuidada planificación y ejecución y que implica a un gran número de personas.
Con el paso del tiempo se fueron incorporando nuevos materiales y depurando técnicas decorativas para conseguir acabados muy mejorados. El mejor ejemplo de ello es la técnica conocida como «pétalo», que consiste en deshacer la flor en pétalos y pegar uno a uno a la superficie de la pieza o figura con un pegamento natural – conocido como «engrudo»- realizado con harina y agua.
Durante la década de los años sesenta se descubrió poliestireno como material de construcción, un material liviano y resistente, muy apropiado para esculpir formas detalladas sutiles, y también se extendió el uso del hierro como material estructural, lo que permitió desarrollar formas mucho más amplias y composiciones más complejas. El resultado de ese proceso evolutivo es el nivel y la originalidad temática de las cada vez más grandiosas, innovadoras, delicadas y bellas creaciones que son las carrozas de la Batalla de Flores de Laredo.